Redacción. Madrid
La Asociación Europea de Medicina Nuclear (EANM, en sus siglas en inglés) ha defendido que la tasa de mortalidad por arteriopatía coronaria registraría un aumento significativo si no fuese por la aparición de la cardiología nuclear, ya que se trata de una técnica de diagnóstico por imagen que sirve para identificar trastornos que el electrocardiograma no permite detectar. El profesor Albert Flotats, de la Universidad Autónoma de Barcelona, ha indicado que "una de las técnicas diagnósticas que ha permitido este avance preventivo es la gammagrafía de perfusión miocárdica, que sirve para detectar de manera fiable pacientes con riesgo en un estadio temprano".
Así, permite al médico visualizar cuánta sangre llega a través de las arterias coronarias hasta el miocardio y, en vista de ello, evaluar con gran fiabilidad el riesgo de complicaciones tales como el infarto de miocardio.
Para comenzar este procedimiento, se inyecta al paciente una dosis baja de radiomarcador, que circula a través del flujo sanguíneo y se fija al tejido cardiaco en cantidad proporcional al volumen de circulación de la sangre, según han explicado los especialistas.
En los tejidos cardiacos sanos se aprecia la captación del isótopo, mientras que en los tejidos dañados o irrigados por vasos obstruidos no se visualiza tal captación. Para obtener imágenes detalladas del corazón se emplea una cámara, la cual construye la imagen registrando los rayos gamma emitidos por el radiomarcador y, de este modo, muestra aquellas zonas que no reciben un riego sanguíneo adecuado.
La gammagrafía de perfusión miocárdica también puede utilizarse después de un infarto de miocardio, con el fin de comprobar si el tejido sujeto a isquemia presenta necrosis o simplemente está "hibernando". En este caso, puede ser apropiado planificar un tratamiento para facilitar la circulación sanguínea, por ejemplo, cirugía de 'by-pass'.
El riesgo de cáncer se basa en planteamientos "muy tendenciosos"
No obstante, y pese a que aporta ventajas importantes al paciente, esta técnica está siendo sometida a debate últimamente, ya que hay quienes advierten de un "supuesto riesgo de cáncer por el empleo de sustancias radioactivas como marcadores". Según la EANM, no obstante, el debate se basa en planteamientos "muy tendenciosos", de modo que se exageran los riesgos sin valorar en su justa medida las ventajas.
"El diagnóstico fiable obtenido mediante la gammagrafía de perfusión miocárdica supera con creces los escasos riesgos asociados a la misma," ha afirmado Flotats, quien ha acusado a los detractores de esta técnica de "pasar por alto" que "las enfermedades cardiovasculares no tratadas comportan un riesgo mucho mayor, posiblemente incluso la muerta repentina".
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